Por Aurora Williams Baussá, gerente de operaciones del Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras CIPTEMIN y ex Ministra de Minería

Chile posee un rol esencial en el combate contra el cambio climático, al ser uno de los grandes productores de minerales estratégicos que impulsan la transición energética y la electromovilidad. Es en este contexto, que el país deberá contar con una industria alineada con los objetivos de la Agenda 2030 para un desarrollo sostenible frente a las nuevas exigencias de mercado y de la sociedad en su conjunto, que deje valor en los territorios donde opera. No podemos olvidar que la minería es uno de los grandes contribuyentes al PIB nacional, sector que en 2021 alcanzó el 14,6%, mientras que en zonas mineras, bordea el 50% del PIB regional.

Innovación Tecnológica al servicio de la minería

Sin embargo, el aumento en la demanda de minerales como el cobre, nuestro principal producto de exportación, -que se sitúa en torno a las 33,5 millones de toneladas en 2030-, no podrá ser satisfecha con la producción estimada a futuro. Sin proyectos greenfield a la vista, y debido al agotamiento de recursos y la caída de las leyes de mineral, de acuerdo a expertos, la producción mundial alcanzaría las 18,4 millones de toneladas en 2030, muy por debajo de la demanda proyectada. Esta situación puede motivar, a su vez, la búsqueda de sustitutos del cobre, impactando nuestra economía.

Pero ¿Cómo podemos hacer frente a este escenario?

El ecosistema nacional minero, desde la gran, a la mediana y pequeña minería, se encuentra en un punto de inflexión. El sector deberá apostar por incorporar nuevas innovaciones tecnológicas que aumenten la productividad, sean respetuosas del medioambiente, y resguarden la salud de trabajadores y trabajadoras.

Contamos con un sector de proveedores con un gran potencial de crecimiento y un fuerte componente local en la generación de empleos, además de un alto interés por innovar. Esto ha quedado reflejado en la última “Encuesta de innovación en empresas proveedoras de la gran minería 2021” de Cochilco, donde un 80% de las empresas proveedoras, tanto grandes como Mipymes, están involucradas en innovación, y un 89% cree que innovar es muy importante.

Entrevista a los emprendedores innovadores tecnológicos

Es dentro de este ecosistema, que vemos que los proveedores tienen un alto interés por probar nuevas soluciones, y no siempre cuentan con la guía de expertos y espacios necesarios para realizar las pruebas para la validación de sus innovaciones.

A su vez, y al no ser parte de su core business, las empresas mineras requieren de terceros que cuenten con productos y servicios ya probados para los distintos desafíos que cada minera enfrenta, evitando de esta forma el realizar más inversiones de las presupuestadas, y sin correr el riesgo de afectar la operación en caso de una falla al usar la nueva tecnología.

Frente a esta paradoja, es que los dos centros de pilotaje que existen en el país -entre ellos CIPTEMIN en la Región de Antofagasta-, adquieren un valor estratégico, que cuentan con el respaldo de la academia y de la industria. Se trata de espacios que permiten hacer las pruebas de validación necesarias para estas innovaciones impulsadas por proveedores de todo el país, igualando las condiciones de una faena minera. Son lugares que cuentan con profesionales con el conocimiento técnico y el mapeo de las nuevas tecnologías que se están desarrollando en Chile, para orientar a la industria minera a adquirir aquellas soluciones que sí se adapten a su problemática, especialmente considerando que no todas las faenas mineras son iguales.

Entrevista a los emprendedores innovadores tecnológicos

Cabe destacar que muchos de los espacios con los que cuentan centros de pilotaje como CIPTEMIN, son precisamente empresas de la mediana minería, que han facilitado parte de sus instalaciones para poder hacer pilotajes, como es el caso de Minera Las Cenizas, o HMC, por nombrar algunos. Asimismo, Enami también ha sido partícipe de forma activa en estos procesos, impactando directamente en el sector de la mediana y pequeña minería, para mejorar sus condiciones al momento de adquirir mineral de estos productores.

Mantener el rol protagónico de la minería en nuestro país dependerá de diversos factores, con dos componentes principales: la apuesta por la innovación, y el valor que deje la industria en las zonas donde opera. El país está cimentando un ecosistema colaborativo que permitirá, eventualmente, el posicionamiento de una minería de clase mundial que no solo exporta minerales estratégicos para enfrentar el cambio climático, sino que también exporta productos y servicios, conocimiento e innovación.